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océano

momentos

un regalo

Varios días con poca motivación y poca actividad. Necesitaba respirar y por las circunstancias lo más accesible era el balcón de mi casa. 

Al salir he mirado a los lados, la gente, niños jugando en el parque, los coches, los edificios y detrás de uno de ellos asomaba una luz enorme con miles de rayos que se difuminaban alrededor.  He tenido que pestañear varias veces porque no podía creer lo que estaba viendo. Era el sol, una puesta de sol desde mi balcón.  

He recordado las puestas de sol que he visto este verano, donde el sol se escondía tras el horizonte dejando un mar de aguas plateadas y algún que otro surfista aprovechando las últimas olas del día. Precioso. 

Pero la de hoy ha sido especial. Quizás por el momento, como un regalo, algo inesperado. No había mar, ni olas…pero me ha hecho reflexionar algo. Muchas veces añoramos lo que no tenemos y eso hace que no podamos valorar lo que realmente hay a nuestro alrededor, que la mayoría de las veces no es poco.  

Por unos instantes, he sido un poquito más feliz.

 

 

momentos

...momentos en los que necesitas salir del círculo...

...siempre está ahí para escucharte o simplemente para compartir tu silencio...

paseo por mi ciudad

 

Me he sumergido en rincones dónde parece que el stress del que tanto huyo desaparece y mis ojos han podido ver mucho más allá e incluso percibir cierta poesía por donde el  viento me iba llevando. He de dar gracias a Re, el dios del Sol, ya que todo cambia cuando los rayos de este gran astro, rocían nuestro planeta...

meñakoz

 

Meñakoz es un lugar mágico situado muy cerca de mi pequeño paraíso. 

El agua cristalina a veces con más calma y otras con más euforia va rompiendo sobre las rocas por la que está formada esta pequeña cala. El sol  penetra en todas y cada una de ellas y automáticamente desprenden toda su energía. 

Es un lugar donde te puedes sentir totalmente liberado de todas aquellas ataduras tanto físicas como psíquicas. Eres un ser vivo más ya que cuando tu escoges la roca en la que vas a estar quizás aparece un pequeño cangrejo dándote la bienvenida. 

Es perfecto para pasarte horas y horas completamente relajado, escuchando el sonido del mar y absorbiendo lo que la naturaleza te está regalando. Tan solo mirando al horizonte y dejando fluir los pensamientos parece que las cosas van cambiando color. 

El tiempo va pasando y no te das cuenta. Lo que si que notas al irte es una recarga de energía impresionante y un estado de relajación y bienestar que probablemente no lo sentirás con la misma intensidad en otro sitio.

momentos...